La banda finlandesa de metal sinfónico, Nightwish, nos deleita con su nuevo disco, Yesterwynde, el tercero con la actual cantante, Floor Jansen.
El álbum abre con el tema que le da su nombre. Nos recibe el sonido de un viejo reproductor de películas, que anuncia la intención: el disco probablemente esté pensado para ser comprendido como una película. Es una corta pieza que pronto presenta un coro de voces femeninas con sonido clerical, que nos introduce inmediatamente en el universo de Nightwish, seguido por una secuencia en guitarra acústica arpegiada, acompañada de flauta, sobre las que se extiende de forma sedosa la hermosa voz de Floor Jansen. Este tema sirve puramente como una introducción al álbum.
Sobre el título, “Yesterwynde”, es una palabra inventada por la banda, que “describe un sentimiento que no se puede encontrar en ningún idioma humano. Por eso tuvimos que inventar una palabra completamente nueva. El álbum está destinado a abrir ese sentimiento al oyente."
El segundo tema, “An Ocean of Strange Islands”, es la canción más larga de la colección, con una duración de nueve minutos y medio. Un asalto a los sentidos, que lleva rápidamente a la carga todo lo que es Nightwish: bombástico metal sinfónico con intricados y complejos arreglos; letras poéticas, fantásticas, filosóficas y oscuras, con referencias al océano, y con rememorar el pasado; y por supuesto, la gloriosa imaginación musical del compositor principal de la banda, el maestro Tuomas Holopainen, que da rienda suelta a su dominio de la orquesta. Esta canción deleitará a todos los fanáticos de la banda y es uno de los puntos más altos del disco.
La canción cuenta con una parte instrumental extendida, donde la orquesta y los coros, (grabados en el legendario estudio Abbey Road,) se lucen como nunca. He de decir que me parece que Yesterwynde es probablemente el disco con la música más consistentemente progresiva y compleja que la banda haya creado jamás.
“Perfume of the Timeless”, otra canción especialmente larga, con 8 minutos de duración, abre con una percusión orquestal, donde la atmósfera va creciendo poco a poco, hasta desembocar en coros femeninos, seguidos por un sonido típico de Nightwish, con malvadas cuerdas orquestales sobre un ritmo metalero. Hermoso.
La letra de la canción, usual en Nightwish en la era de Floor Jansen, trata sobre la evolución humana, y cómo nuestra existencia es el resultado de una interminable cadena de las vidas de nuestros antepasados.
El coro es "We are their heir, dust on their palm. We are because of a million loves. We're the perfume of the timeless, last sighs on a deathbed."
["Somos sus herederos, polvo en su palma. Somos debido a un millón de amores. Somos el perfume de lo eterno, últimos suspiros en un lecho de muerte."]
Holopainen cuenta al respecto que “cada uno de nosotros es parte de una cadena ininterrumpida que se remonta a miles de millones de años. Si incluso uno solo de tus ancestros hubiera muerto demasiado joven – atacado por un oso cavernario, por ejemplo – durante este increíblemente largo período de tiempo, nunca habrías nacido. En otras palabras: ¡nuestra existencia es un privilegio inconcebible!"
En esencia, somos un eslabón más que teje la cadena humana. Esta temática aparece por todo el disco.
La guitarra acústica arpegiada, introducida desde el inicio del disco, hace una reaparición en “Sway”, una corta, suave y hermosa pieza, donde Floor y el multi-instrumentista Troy Donockley hacen un dueto vocal. Esta canción contrasta de forma muy agradable con el resto del sonido metalero del disco.
Me resulta interesante que en un par de canciones, “The Day Of…” y “The Children of ‘Ata”, hay algunos sonidos electrónicos de sintetizadores, incluso con auto-arpegiador, algo que no esperaba escuchar en un disco de Nightwish, pero que me parece que combina bien con el resto de los elementos orquestales y metaleros.
He de mencionar que la letra de “The Children of ‘Ata” está basada en la historia de los náufragos tonganos, un grupo de niños de Tonga que naufragaron en la isla desolada de ‘Ata y sobrevivieron por su cuenta durante 15 meses. La canción contiene además cantantes nativos de Tonga. Es una canción excelente.
“Hiraeth” vuelve a presentar la guitarra acústica arpegiada, por última vez, sobre la que Floor y Troy hacen otro dueto, cantando una letra nostálgica, seguido por una parte rockera liderada por gaita irlandesa, que presenta el sonido folklórico de música celta que tanto le encanta utilizar a Nightwish.
El disco termina con “Lanternlight”, una suave balada con sonido clásico y un triste sentimiento. Basada en piano, y acompañada de cuerdas orquestales, la voz de Floor brilla como su estrella principal. La canción concluye con el mismo sonido del viejo reproductor de películas que abrió el disco, esta vez apagándose, cerrando así el ciclo y dando fin a la película titulada “Yesterwynde”, por así decirlo.
Como nota final, este es el primer disco realizado sin la participación de Marko Hietala, quien fue bajista y voz secundaria de Nightwish, y decidió abandonar la banda después de casi 20 años.
Adicionalmente, como ya es tradición para Nightwish, el disco incluye una versión extra de las canciones, que presenta solamente el acompañamiento orquestal. Es un excelente bonus para todos los fanáticos de la banda.
Considero que “Yesterwynde” es el disco de Nightwish que había estado esperando escuchar con Floor Jansen. Todas las canciones son excelentes, y perfectamente compuestas y ejecutadas.
De hecho, Tuomas Holopainen afirma nunca haber trabajado tan minuciosa y obsesivamente en ninguno de los discos anteriores del grupo: "El nuevo álbum fue trabajado intensamente durante 3 años y medio. Mi ambición y devoción realmente se dispararon, y simplemente no podía soltar el proceso creativo, ni quería hacerlo. A lo largo del camino, 'Yesterwynde' se convirtió tanto en una obsesión emocionante como en un refugio reconfortante para mí. Todos los aspectos de la creación – composiciones, letras, arreglos, portada, videos, mezcla, y demás – recibieron más atención que nunca antes."
Esto se nota de sobra. Creo que "Yesterwynde" cuenta con la colección de canciones más detalladas y complejas que la banda haya producido alguna vez.
Para mí es un disfrute enorme escuchar “Yesterwynde”, y dejarme fascinar por las composiciones del maestro Holopainen, algo que anticipo seguir haciendo por mucho tiempo. No dudo en recomendar el disco a todos los fanáticos del metal sinfónico o progresivo, así como a todos los amantes de la música compleja y altamente elaborada.