Marilyn Manson y su banda regresan con otro retorcido álbum. Y debo decir que es grato ver que, después de tres décadas, siguen haciendo lo suyo.
En "One Assassination under God – Chapter One", Manson vuelve a colaborar, por tercera vez, con el músico y compositor para películas Tyler Bates, quien le ha acompañado como co-productor, co-compositor y guitarrista principal de su banda desde "The Pale Emperor" (2015) hasta "Heaven Upside Down" (2017).
A mi parecer, una unión excelente de talentos. Creo que junto a Bates, Manson y la banda han logrado expandir su sonido y producido algunos de los mejores discos de su carrera. "One Assassination under God – Chapter One" no es la excepción, y ciertamente incluye material bastante fuerte.
El disco, aunque se inclina hacia el rock pesado y el metal industrial típico de la banda, va más allá de eso. También incluye elementos pop y electrónicos que le dan una dimensión más vasta.
Por ejemplo, la canción "Meet me in Purgatory", una de las mejores de la colección, me recuerda al sonido de una típica canción de Depeche Mode.
El álbum incluye también mucho uso de disonancia, algo que logra crear un ambiente espeluznante, como en "No Funeral Without Applause", que inicia con una discordante guitarra eléctrica arpegiada, sobre la que suena una melodía de campanas sintetizadas que parecen provenir directamente de un desquiciado carnaval. Luego, entre el potente coro, podemos oír claramente unas escalofriantes líneas de guitarras distorsionadas y chocantes.
Aunque considero que en general todas las canciones tienen su mérito, quizás el uso recurrente de tanta disonancia distrae un poco de poder apreciar en su totalidad todos los arreglos y partes musicales.
Sobre la inquietante música, Manson canta letras equivalentemente oscuras y macabras, que creo que, junto a tanta disonancia, sería difícil no poner a cualquier oyente nervioso, e incluso hacerlo sentir un poco perturbado.
El disco está lleno de joyas líricas como las frases iniciales de "Nod If You Understand":
"I need destruction,
I want towers to crumble.
Mothers tossing babies
from the windows above.
Who would want to wake up
if this is their world?" ["Necesito destrucción. Quiero que las torres se derrumben. Madres arrojando bebés desde las ventanas de arriba. ¿Quién querría despertarse si este es su mundo?"]
Es como si Manson nos recordara que, en un mundo que puede resultar decepcionante, está bien mandarlo al carajo. Hay alivio y libertad en reconocer esa rabia y expresarla, especialmente en este mundo que además constantemente quiere dominarnos, sedarnos y mantenernos sublevados.
El coro de "Raise The Flag", una excelente canción, remata esta temática:
"It's time to beat up the bullies
and wash the bullseye off my back.
My red flag is your white one
soaked in blood." ["Es hora de golpear a los abusones y lavar la diana de mi espalda. Mi bandera roja es tu bandera blanca empapada en sangre."]
Me encanta. Motiva a rebelarnos contra aquello que amenaza someternos.
Por otro lado, debo decir también que a veces el énfasis en oscuridad, agresividad y maldad en las letras puede resultar caricaturesco. Como en "Sacrilegious", canción que, aunque me parece de los puntos musicales altos del disco, tiene repetidamente esta frase en el coro, que casi suena auto-satírica:
"Let's get evil,
I'm feeling sacrilegious." ["Pongámonos malvados, me siento sacrílego."]
Me encantan sus líneas de saxofón y ese cuasi-cabaretoso y juguetón ritmo swing.
Como contraparte a la música pesada, el disco concluye con "Sacrifice of the Mass", un tema en guitarra acústica, sobre la que no pueden faltar las obligatorias líneas disonantes de guitarra eléctrica. Aún así, es un notorio descenso del metal que le precedió, marcando un cambio final de escena.
La canción incluye una de mis frases favoritas del disco, interpretada de una forma completamente espeluznante:
"When we lifted the stone
we should have known
we'd be bitten by the snake below." ["Cuando levantamos la piedra deberíamos haber sabido que seríamos mordidos por la serpiente debajo."]
Creo que resume bien la sensación que transmite escuchar "One Assassination under God – Chapter One", un disco con el potencial de clavarnos sus filosos dientes con tanta disonancia, pesada música inquietante, letras tenebrosas, y la particular voz de Manson. Pero a la vez también nos despierta una gratificante sensación catártica, y nos reconforta al recordarnos que no estamos solos al albergar nosotros mismos algunos sentimientos oscuros. Todos somos humanos, criaturas imperfectas, después de todo.
Este disco va a resonar bien con fanáticos del rock pesado y agresivo, y del metal industrial, así como quienes disfruten de música bizarra, con sonido retorcido. Ante todo, "One Assassination under God – Chapter One" me parece una genial entrega por parte de Marilyn Manson, que demuestra que el extravagante artista aún está produciendo discos memorables.
