¿Es la dificultad importante en los videojuegos?

Cuando era adolescente, el videojuego del momento era el legendario Doom, el cual pronto fue seguido por su secuela, Doom 2: Hell on Earth. Si no estabas jugando esos juegos no eras cool.  

Una de las cosas que recuerdo claramente de Doom era que tenía un truco para hacerte invencible, o como era llamado, “God mode”, (“Modo dios”.) 

Algunas veces jugaba usando “God mode”, y era impresionante. Pero en retrospectiva creo que no era algo tan divertido, realmente.  

Recientemente descubrí esto. Durante los días festivos de año nuevo decidí revisitar uno de mis videojuegos favoritos de todos los tiempos, Persona 5. Llegué a una parte del juego a la que no había llegado la primera vez que lo jugué, y fui emboscado por este enorme, duro e imbatible desgraciado, llamado “The Reaper”, (“El Segador). Por supuesto, pateó mi trasero. 

Después de esa rápida paliza, busqué en Google, “¿Cómo derrotar al Reaper en Persona 5?” Para mi sorpresa descubrí que existe un truco para poder derrotar al Reaper como si este fuera un cobarde. Y eso no es todo. Al derrotarlo tus personajes reciben muchísimos puntos de experiencia, y suben de nivel de forma ridícula.  

Y una cosa más, puedes hacer este truco para derrotar al Reaper las veces seguidas que quieras, haciendo que tus personajes reciban una cantidad masiva de puntos de experiencia una y otra vez, volviéndose potencialmente invencibles.  

Tan solo hice el truco del Reaper 4 veces, pero el resultado fue casi que activar “God mode” de nuevo. Al entrar luego en la siguiente área regular del juego, mis personajes eran completamente imbatibles. Los enemigos normales ya ni siquiera se atrevían a atacarme. Seguro pensaban, “¿Cuál es punto? Solo van a hacerme talco.” 

Y fue divertido… por un momento. Para ser honesto, me aburrí rápido de ser invencible. Ya no estaba divirtiéndome, tal como si tener suficiente dificultad era una mecánica fundamental del juego. Ya no había necesidad de estrategia, ni sentía emoción alguna. Ya solo era una entumecida experiencia de apachar botones sin pensar. Terminé recargando el juego a un punto anterior al que mis personajes se hubieran vuelto invencibles. 

En fin, no creo que volveré a usar trucos de nuevo en un video juego. No veo el punto de hacerlo si significa que voy a dejar de divertirme al jugarlo. 

Esto me ha hecho pensar en algo. Generalmente juego videojuegos en la dificultad “normal”. Tal vez deba probar configurarlos con una dificultad mayor. Quién sabe, a lo mejor termino disfrutando esos juegos aún más. (O no.)

Un pensamiento al azar adicional: puede que esto incluso aplique también a nuestras propias vidas. Tal vez suficiente desafío en nuestras vidas es importante para tener una experiencia satisfactoria en nuestra vida personal. Bueno, al menos si logramos superar ese desafío, sino supongo que solo apestaría mucho. 

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