El esperado tercer disco de Billie Eilish, Hit Me Hard And Soft, por fin está disponible. Una mezcla de romance, pop y música electrónica, envuelta entre algunos ambientes musicales interesantes, unificados por la distintiva voz de Billie y el característico sonido de sus producciones musicales.
Como siempre, el disco fue creado por Billie en colaboración con su hermano y productor musical, Finneas. Hablar de un nuevo lanzamiento con el nombre de la aclamada cantante, es realmente hablar de un disco de ambos. De hecho, es principalmente Finneas quien compone la música y guía la producción, mientras que Billie, además de cantar, genera melodías vocales, letras e ideas generales.
Billie es tan exitosa y reconocida que podría escoger trabajar con cualquier productor musical en el planeta y producir su música en los estudios de grabación más costosos y lujosos que puedan existir. No obstante, se ha mantenido fiel a su relación musical con Finneas, por más limitada que sea la capacidad de creación musical del dúo.
Además de esto, siguen produciendo sus discos en un estudio sencillo, y con técnicas de grabación que a muchos “productores profesionales” les harían jalarse los cabellos de los nervios por su naturaleza improvisada y condiciones tan “imperfectas”.
Esto solo demuestra, a mi criterio, lo siguiente: lo importante en una producción musical no es la perfección técnica, sino capturar un sentimiento o algo único. En el caso de Billie y Finneas, creo que es obvio para cualquier persona que pone verdadera atención a sus discos, que lo que hay ahí es algo muy especial y distintivo, por más limitado que sea musical y técnicamente.
Al oír su música noto que el dúo se la está pasando muy bien produciendo su música, con un acercamiento juguetón y creativo.
Por otro lado, que los discos de Billie Eilish suenen tan bien, aún con su producción tan modesta, demuestra que en la actualidad la tecnología de grabación y producción digital es tan buena que no se necesita de mucho para poder crear discos con un sonido de alta calidad y con el potencial de alcanzar un público enorme.
Pero en fin, a continuación mi impresión de cada una de las canciones de Hit Me Hard And Soft.
El disco comienza con “Skinny,” una lenta balada basada en el sonido de una guitarra eléctrica arpegiada y una sedosa interpretación vocal de Billie, con pequeños interludios donde la cantante produce unas lindas melodías en un registro más alto que su habitual. La letra trata sobre las críticas que ha recibido por bajar de peso. La canción termina con la aparición de violines, que anuncian el elemento romántico en el disco.
Para quienes esperaban escuchar el pop duro por el que se le conoce más a Billie, podrían sentirse un poco desorientados por ese suave inicio. Todo cambia pronto, con la llegada de “Lunch,” la segunda canción, la cual contrasta muchísimo con su beat más acelerado y sonido pop cuasi-dance, con Billie cantando a todo pulmón, de forma pegajosa, sobre su juguetona fantasía de una linda chica que podría “comerse para el almuerzo.”
“Chihiro” continúa con esta línea sonora pop, aunque de forma más sutil, desarrollándose poco a poco hasta llegar a un crescendo de un sintetizador auto-arpegiado. Pronto la canción se pone más acelerada con la entrada de una batería electrónica y más sintetizadores. Esta canción tiene algunas de las mejores melodías de Billie en todo el disco, junto con interpretaciones vocales muy emotivas.
“Birds of a Feather” es un pop bonito y electrónico con un sonido nostálgico. Casi podría ser una canción de relleno, debido a que su sonido no es nada innovador, realmente. Pero la interpretación de Billie es tan hermosa como siempre, y canta con muchísimo sentimiento, lo que eleva la canción. Los pequeños arreglos de Finneas en el fondo ayudan a mantener el interés y crear una atmósfera entretenida.
“Wildflower” reintroduce la guitarra como base. Esta vez una acústica con acordes rasgueados, y Billie mostrándonos en secuencia una melodía conmovedora tras otra. Parece que no tiene fin su repertorio de excelentes melodías. Aquí volvemos a escuchar el sonido romántico que Billie y Finneas conjuran una y otra vez en Hit Me Hard And Soft. Esta hermosa canción termina con una emotiva y melancólica interpretación vocal de Billie.
La balada "The Greatest", continúa con la guitarra acústica y el sonido romántico, abriendo con un arpegio que es casi un pequeño y simple acompañamiento de fondo a la enorme voz que proyecta Billie. La letra de esta canción me desespera un poco, ya que es una típica letra de amor adolescente no correspondido. No es de sorprenderse; Billie casi acaba de cumplir 20 años. Si no fuera por la letra tal vez sería una balada más memorable.
“L’Amour De Ma Vie,” líricamente me parece una continuación de la canción anterior, pero desde el punto de vista de alguien resignado a no haber capturado a ese amor no correspondido. Y la canción llega en excelente momento ya que, después de unas cuantas baladas, el disco vuelve a cobrar aviada, con un sonido más juguetón y acelerado. El final sorpresa de la canción es una de mis partes favoritas del disco: de pronto la canción se transforma a un pop electrónico acelerado en el mejor estilo de Daft Punk.
“The Diner” es una de mis canciones favoritas del disco, con su inicio que parece música de circo mezclada con violines de tango. Es una canción con un sonido retorcido con el que Billie parece estar completamente comprometida. Es algo que le fluye naturalmente. La letra es igual de retorcida, digna de Harley Quinn. Es con esta canción con la que realmente me llego a sentir altamente sorprendido, ya que no esperaría escuchar una canción así de oscura, e incluso algo maniática, en un disco que encabeza listados mundiales de música pop. ¡Pero es así, y me encanta!
“Bittersuite,” la penúltima canción, comienza con una síntesis del sonido romántico del disco con el sonido electrónico, aunque después del primer minuto la canción cambia por completo. Casi pareciera otra canción, con su percusivo órgano que recuerda el inicio circense de The Diner, haciendo a la canción mucho más dinámica e interesante. La canción concluye de nuevo con un final sorpresa: una corta parte que recuerda una película de suspenso, con un desenlace electropop, que sirve como transición a la canción final del disco..
“Blue”, ” la canción más larga de la colección, logra hacer mejor esa síntesis del romance, la melancolía, y la música electrónica y pop de Hit Me Hard And Soft. Billie ha comentado que Blue es realmente una amalgama de dos canciones antiguas que nunca antes vieron la luz. Y se nota. La canción evoluciona pasando por una serie de partes muy diferentes, algunas que incluso recuerdan melodías en canciones previas del disco. Es un apropiado final para este interesante álbum.
Sinceramente recomiendo a todos mis lectores que le den unas cuantas escuchadas a Hit Me Hard And Soft. Quienes disfrutan de la música de Billie Eilish ya saben qué esperar, pero los que no, creo que encontrarán en esta colección de canciones algo más que un pop adolescente y manufacturado que podría parecer a primera vista.